domingo, 31 de enero de 2010

Los primeros Borbones. 1700-1759. de John Lynch

Los primeros Borbones. 1700-1759. de John Lynch

Se trata de un libro insertado en una colección histórica del PAIS, de hace algunos años. Al parecer, por su título original en inglés, debía ser una monografía sobre el tema que se reeditó en esta colección. Colección que dicho sea de paso es extremadamente buena, y no quita que de vez en cuanto comente alguno de sus tomos.
El que extraigo, no lo hago al azar, si no por que trata de manera muy amena –para ser un libro de historia- una época clave en la formación de nuestro país, como es la guerra de sucesión y los primeros Borbones.
En mi no entendida opinión, existen épocas clave para entender nuestra historia actual, una historia que no perdona, y que al final siempre nos hace retrotraernos a “errores históricos” o “deudas históricas” o “procesos que fueron cerrados en falso” y que el tiempo no ha digerido.
Si tuviera que elegir tres puntos de nuestra historia que conforman nuestra realidad actual, cogerían la unión de los reyes católicos (1492), la desaparición de los Austrias y guerra de sucesión (1700) y la segunda república, la guerra civil y franquismo (1936). Solo estos tres puntos, creo, explicarían en buena parte lo que actualmente estamos viviendo.
Dicho esto, históricamente, o un ciclo se resuelve de una manera pacífica –acuerdos- o lo hace violentamente –revoluciones, guerras-, o queda congelado en el tiempo, y vuelve surgir como cuando menos te lo esperas. Así, con el rey Carlos II, el último Austria, que murió sin descendencia se cumplió un ciclo y dio paso a algo que tenía que ser radicalmente diferente a lo anterior, habida cuanta el estado de degeneración e ineficiencia del imperio que se había creado. Las alternativas puestas en juego, se saldaron con una guerra civil que involucró a gran parte de los países europeos (podríamos hablar de una especie de guerra mundial, dado el tamaño del mundo de aquel entonces y los países involucrados), en la Santa Alianza (Archiduque Carlos de Austria, Inglaterra, Holanda, Portugal) contra Francia y España, y que tuvo como consecuencia arrastrada hasta la época actual, de la pérdida de los Fueros de toda la corona de Aragón (Aragón, Valencia y Mallorca, salvo Menorca que pasó a ser británica), manteniendo los de Navarra y el País Vasco, y la aparición en la escena de un rey francés, Borbón, absolutista y centralista.
Un Rey, Felipe V, que llegó a serlo por el apoyo popular de Castilla y en el que se pusieron grandes esperanzas, pero que al poco tiempo defraudó por su inestabilidad mental (una especie de síndrome bipolar con accesos psicóticos místico/sexuales, según se extrae del contenido de la historia) y la manipulación que de el hicieron las mujeres que le rodearon según sus intereses personales (fundamentalmente su segunda esposa, la italiana Isabel Farnesio).
Aún así, la nueva administración fortaleció la autoridad del estado al suprimirse los consejos (excepto el de Castilla), reducirse el poder de la aristocracia grandes de España), suprimir a los virreyes de la épocas de los Autrias (excepto Navarra), que fueron sustituidos por capitanes generales –funciones de gobernadores provinciales-, y fundamentalmente con la creación de una nueva y eficaz burocracia en la que al frente de la misma se pusieron los intendentes (1718, pag 204,209),...interviniendo a partir de entonces el estado en la economía, en el control de la Iglesia... Que a la sazón, mejoraron el funcionamiento de este pero que, por ejemplo, en Aragón crearon sentimiento de extorsión e injusticia –208.
Sorprendentemente, o yo diría, paradójicamente, este período de paz social con al desaparición de la aduanas, y una política económica ventajosa a los intereses catalanes (mejora relaciones Barcelona-Cádiz), mejoró más a Cataluña que a Castilla (pag 236), incrementándose la población de 470.000 a 900.000 (1787). Puede decirse que el modelo catalán de crecimiento económico surgió alrededor de 1750, justamente a consecuencia de aquello de lo que políticamente habían detestado. (pag 239). Aumentaron las comunicaciones, se desarrolló la actividad industrial... Paradojas de la historia.
Su hijo, Fernando VI, a partir de 1746, inauguró una época de neutralidad, estabilidad que junto con el Marqués de Ensenada con un profundo ánimo innovador, acometió una reforma de la estructura fiscal, impulsó obras públicas, relanzó la marina española, ...creando un excedente económico como no se ha había visto en la época de su padre (pag 338), hasta su cese y detención en 1754 tras una lucha por el poder inspirada por una conspiración británica y personajes españoles, como el Duque de Alba (356). Gobiernos posteriores carentes de ideas no hicieron más que desmantelar lo que el Duque de Ensenada había creado hasta la muerte del rey en 1759 a los 47 años.
Creo que se trata de uno de los períodos más importantes de nuestra historia reciente, pues es de donde partió la modernización de nuestro país, que supuso un salto cualitativo con lo anterior y que con su acierto y errores permitió crear el país que actualmente conocemos. Y un período histórico que en buena medida es desconocido para el ciudadano de a pie.
Un libro muy interesante que plantea la historia como una novela.
Ed EL PAIS. Madrid 2007

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