miércoles, 18 de junio de 2014

¿Cuál es el riesgo de fractura después de interrumpir el tratamiento con alendronato?

¿Cuál es el riesgo de fractura después de interrumpir el tratamiento con alendronato?

Un tema que no tenemos resuelto es como evaluar el riesgo de fractura cuando aconsejamos a nuestro paciente osteoporotico que deje el bifosfonato (el alendronato habitualmente) tras 5 años de tratamiento. Que hemos de hacer, los dejamos así sin más, sabiendo que son personas teóricamente de alto riesgo, pues su densidad mineral ósea (DMO) o sus factores de riesgo, hacen que sean más proclives a presentar una fractura.
Por ello, traemos a colación un trabajo (el primero de su clase, leemos) que intenta conocer cual es el riesgo de fractura en mujeres que han interrumpido su tratamiento con alendronato tras 4-5 años de consumo, que factores son los implicados y si sirve de algo hacer un seguimiento al respecto.
Para ello, utilizaron a las participantes del The prospective Fracture Intervention Trial Long-term Extension (FLEX) un ensayo clínico aleatorizado (ECA) de mujeres posmenopáusicas entre 61-86 años en tratamiento entre 4-5 años o con alendronato, o más de 5 años con alendronato o placebo entre 1998 y 2003. 
En esta entrega se analiza el grupo placebo (tras la interrupción no hubo ninguna medicación activa) mediante una  DXA (dual-energy x-ray absorptiometry) que midió la DMO cuando se interrumpió el tratamiento (estado inicial del ECA) a año y a los 3 años de seguimiento. Se determinó a su vez dos marcadores del “turnover” óseo, como el  NTX ( type 1 collagen cross-linked N-telopeptide) urinario, y el  BAP (serum bone-specific alkaline phosphatase) plasmático, de igual modo, en la etapa basal, al año y a los 3 años.  Se midió en ese tiempo las fracturas no vertebrales acaecidas durante el seguimiento mediante la DXA y los marcadores óseos.
En 5 años de seguimiento del grupo del placebo, 94 de 437 mujeres (22%) tuvieron una o más fracturas sintomáticas, 82 de ellas tras un año de seguimiento.
Según esto, ni los cambios del DXA ni del NTX y del BAP al año ni a los 3 años de seguimiento se relacionaron con el riesgo de fractura, aunque tener mayor edad y una DXA baja de la cadera en el momento de la interrupción del tratamiento y el intervalo transcurrido desde la interrupción y la fractura se correlacionaron significativamente con el riesgo de fractura, 
El tercil más bajo del DXA del cuello femoral en el momento de la interrupción frente a  los dos terciles siguientes supusieron un hazard ratio (HR) de 2,17 (IC 95% 1,38-3,41);  y del DXA de toda la cadera un HR de 1,87 (IC 95% 1,20-2,92).
Concluyen, que tras la interrupción durante 4-5 años de tratamiento con alendronato el 22% de las mujeres tendrían alguna fractura durante los 5 años siguientes, que la mayoría harían la fractura el primer año. Que la edad de las mujeres y la densidad mineral ósea (DMO) en el momento de la interrupción predecirían las fracturas durante los 5 años siguientes. 
Según estos datos la medición con DXA y marcadores óseos como  BAP o NTX  al año y a los dos años tras la interrupción del tratamiento no se asociarían con mayor predicción de riesgo de fractura y por ello no deberían ser recomendados.
Con todo, son datos de un estudio pequeño y hacen falta más estudios al respecto para llegar a conclusiones; sin embargo, tras la interrupción del tratamiento con alendronato (entendiendo que eran mujeres osteoporóticas que precisaban este tratamiento) el riesgo de fractura aumenta espectacularmente, al tiempo que DMO y la edad de la mujer serían los mejores predictores de esta situación, por lo visto.

 Gourlay ML, Ensrud KE. Bone Density and Bone Turnover Marker Monitoring After Discontinuation of Alendronate Therapy: An Evidence-Based Decision to Do Less. JAMA Intern Med. 2014 May 5. doi: 10.1001/jamainternmed.2014.162. [Epub ahead of print]


Bauer DC1, Schwartz A2, Palermo L2, Cauley J3, Hochberg M4, Santora A5, Cummings SR6, Black DM2. Fracture Prediction After Discontinuation of 4 to 5 Years of Alendronate Therapy: The FLEX Study. JAMA Intern Med. 2014 May 5. doi: 10.1001/jamainternmed.2014.1232. [Epub ahead of print]. 



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